La tribuna presenta cierta similitud con el triforio por cuanto el observador situado en el interior de la iglesia lo percibe como una arquería montada sobre los formeros de la nave central. Pero se diferencia de él en que la tribuna ocupa todo el ancho de las naves laterales y es accesible al público o a los fieles, aumentando así la capacidad del templo. Es por eso muy corriente en las iglesias de peregrinación.
La tribuna se sitúa siempre justo encima de las naves. En el caso de que coexista un triforio, éste ocupa un tercer nivel que se emplaza sobre la tribuna.
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