La clave no sólo constituye una pieza singular en el funcionamiento mecánico del arco, sino que, por su posición centrada y cimera, suele ser elemento compositivo de especial atención.
Es frecuente que se le de un tratamiento particular en el aspecto ornamental y decorativo.
No necesariamente debe existir una clave en todo arco. Precisamente su ausencia es una nota característica de los arcos de herradura visigodos que se despiezan en número par de dovelas y presentan una llaga en el eje de simetría.
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