La Vid - Santa María de la Vid


Localización | Restos románicos

El monasterio de Santa María de la Vid, perteneciente en origen a la Orden de los Premonstratenses, fue construido a mediados del siglo XII, casi al mismo tiempo en que también a orillas del Duero, pero entrado ya éste en la provincia de Valladolid, se erigía la Abadía de Retuerta de la misma Orden.

Sancho Ansúrez y Domingo Gómez de Campdespina, estudiantes ambos en París, trabaron allí relación con Norberto de Xanten (san Norberto), fundador de la Orden de Prémontré, e ingresaron en su Abadía de San Martín de Laon. De regreso a Castilla, Sancho Ansúrez llevó a cabo en 1143 la primera fundación monástica de la Orden en España, la ya mencionada Abadía de Retuerta, mientras que algo después Domingo Gómez de Campdespina fundaba el segundo monasterio premostratense, el de Santa María de Monte Sacro, precedente inmediato del actual de La Vid, que estuvo emplazado en las proximidades de éste aunque en la otra margen del río Duero. No se conoce la fecha exacta de ninguna de las dos construcciones pero sí que en 1152 Alfonso VII otorgaba a la comunidad monástica la propiedad de los terrenos de La Vid en donde de inmediato se procedió a erigir la nueva abadía. Duró su construcción entre seis y siete años, por lo que debió estar finalizada hacia 1160.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=459.368; Y=4.608.673
Cartografía

Restos románicos


Es de presumir que el programa conventual de La Vid fuese similar al de Retuerta y al de los demás cenobios premostrantenses -semejantes, a su vez, a los monasterios cistercienses- y que, obviamente, su construcción se realizase bajo los cánones románicos de la época. No obstante, no ha subsistido prácticamente nada del edificio primitivo, como no sean unos escasos restos en la panda oriental del claustro, como ahora veremos.

En efecto, en la primera mitad del siglo XVI, bajo el impulso renovador de su abad D. Íñigo López de Mendoza y Zúñiga, quien había recibido del Papa la abadía in commendam y cuya intención era convertirla en panteón de la familia de los condes de Miranda del Castañar a la que pertenecía, se sustituyeron el claustro y el templo románicos por los actuales, derribándose aquellos en su totalidad, excepción hecha de los tres huecos del muro de la panda oriental que comunicaban esta galería del claustro con la sala capitular.

La puerta de acceso a la antigua y desaparecida sala capitular consta de triple arco. El interior, liso de sección rectangular, apoya sobre las jambas con mediación de una sencilla moldura que forma una línea de imposta a todo lo largo del frente, tanto de la portada como de las ventanas. El exterior, liso también y sin ningún ornato, no está completo pues se vio truncado al construir la bóveda gótica. Entre ambos arcos se aloja otro baquetonado que descansa sobre columnas acodilladas rematadas por capiteles y asentadas sobre basas áticas.
Tanto el capitel del lado izquierdo (el de la imagen) como el opuesto tienen por cimacio la moldura que corre por toda la portada. Sus cestas presentan ornamentación vegetal de hojas de acanto horadadas dispuestas en tres órdenes escalonados. Se hallan un tanto deteriorados.
Un gran arco de descarga acoge en su interior la ventana geminada del lado derecho de la portada. Consta de dos arcos de medio punto con chambrana nacelada. El apoyo central se efectúa sobre columna de cuádruple fuste torso, mientras que en los laterales se disponen sendas columnas de fuste doble vertical.
El capitel central muestra una fronda de hojas de acanto ricamente labradas que se abren y envuelven piñas y frutos. Los laterales son de similar factura: el izquierdo, de hojas de acanto enroscadas formando volutas en sus extremos; el derecho, también de hojas de acanto y rosetones que encierran piñas como botón central.
La ventana izquierda no es toda ella original. Aparte del arco de descarga, incompleto como el de su correspondiente ventanal del lado derecho, lo único primitivo es la doble columna más próxima a la portada. Su capitel está decorado de forma muy parecida a los demás, a base de hojas de acanto desplegadas y piñas.
Muy recientemente, durante las obras que se llevaron a cabo en 1998, apareció junto al extremo meridional de la ventana derecha, pero hacia el interior de la sala, una ménsula en la que descansaría algún desaparecido arco. Representa una cabeza de monstruo dragontino sobre la que se alzan hojas de acanto trepanadas.
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