Almazán - San Vicente


Localización | La planta | El ábside | La portada

La antigua iglesia románica de San Vicente de Almazán ha perdido su funcionalidad religiosa y está convertida hoy en Aula Municipal de Cultura. Para ello ha sido objeto de una profunda restauración y adaptación. Puede dar idea de las labores que han tenido que realizarse el que Juan Antonio Gaya Nuño, en su libro El Románico en la Provincia de Soria editado en 1946, formulase este presagio fallido: «La iglesia de San Vicente ... como está convertida en granero no subsistirá mucho tiempo.» Si hubiera que celebrar que el maestro Gaya Nuño se equivoque alguna vez, ésta sería la ocasión.

Su origen puede situarse a mediados del siglo XII, seguramente en fecha algo más temprana que la de San Miguel, lo que la haría la más antigua de la ciudad.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=538.758; Y=4.592.836
Cartografía

La planta


La planta actual, esquemáticamente representada aquí, es el resultado de diversas intervenciones posrománicas que la han distorsionado con sus modificaciones y añadidos. Inicialmente debió poseer una sola nave y cabecera formada por ábside y presbiterio. Hoy presenta tres naves, de las que las laterales son muy estrechas, casi unos pasillos. Del templo primitivo solo subsiste el ábside semicircular, el presbiterio que le antecede, y la portada meridional.

El ábside


Ábside en hemiciclo de fábrica de sillares bien labrados y aparejados. Al exterior se divide en cinco calles definidas por cuatro columnas adosadas rematadas por sendos capiteles de escasa altura y ornamentación vegetal. Se eleva todo el conjunto sobre un sólido podio. Posee tres huecos de iluminación formados por ventanas de aspillera con derrame interior. El alero está soportado por las propias columnas y por modillones de rollos, muy comunes en otras iglesias de la zona. El paramento interior del ábside está recorrido por una arquería ciega bajo cuyos arcos se alojan las ventanas.

La portada


La portada que se abre en el muro sur queda embutida en el ancho del muro sin formación de arimez. Su abocinamiento se produce por una disposición escalonada de cuatro arquivoltas lisas carentes de cualquier tipo de decoración. Apoyan las tres exteriores sobre columnas acodilladas y la interior sobre las jambas de la puerta. Las columnas se singularizan por tener un fuste muy corto que descansa directamente, sin basa, en el respectivo podio de altura poco menor que la del propio fuste.
A uno y otro lado de la puerta tres capiteles muy primarios, con dibujos foliáceos vegetales esgrafiados sin apenas relieve. Sus cimacios son lisos y sólo se prolongan hacia el interior formando una somera imposta en torno a las jambas.
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