Barca - Santa Cristina


Localización | La galería |

La iglesia parroquial de Barca es moderna en su conjunto, conservándose únicamente de la primitiva románica el lienzo meridional de la nave, la portada que se abre en dicho muro, y la galería adosada a ese mismo costado. La obra románica puede datarse a mediados del siglo XII.

Actualmente, como se observa en la planta, la iglesia consta de una sola nave, capilla mayor en la cabecera algo más estrecha y cupulada, sólida torre a los pies, una sacristía y la galería porticada.

Sobre el lienzo sur de la nave de mampostería sin concertar se abre esta sencilla portada de doble arco de medio punto. La arquivolta exterior es sogeada y la interior perfila su arista en un delgado junquillo. Ambas descargan sobre jambas de sillería con interposición de una gruesa imposta lisa.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=531.606; Y=4.589.461
Cartografía

La galería


Queda adosada al muro sur de la nave y la forma, por su frente meridional, una arquería de diez vanos, de los que el séptimo, numerados desde poniente, es el de acceso. Por los laterales la cierran sendos lienzos calados por un hueco de arco de medio punto sobre jambas, si bien el del lado este está obstruido por la sacristía.

Todo es de enorme sencillez con la única nota llamativa de las dos cariátides situadas en los extremos de la arcada.

Los diez vanos del frente de la galería no suponen otros tantos arcos completos, sino nueve y medio, pues el de la izquierda del hueco de acceso ha sido mutilado para dar más amplitud a éste. Tal aumento posterior de la luz de esta abertura ha forzado el empleo de una arco carpanel, más rebajado que el correspondiente de medio punto cuya clave habría rebasado la línea de cornisa.
Sobre un podio de desigual altura, por el desnivel del terreno, se eleva la arquería de altas basas, grandes capiteles y fustes poco esbeltos que no llegan a duplicar la altura de aquéllos. Por encima de los arcos de medio punto una chambrana lisa contornea su trasdós. Los fustes de las columnas dan la impresión de ser dobles debido a unas acanaladuras laterales practicadas en ellos de arriba a abajo, mas la realidad es que están formados por sillares que abarcan la sección completa.

Los capiteles, de ábacos y cimacios lisos, muestran en sus simplísimas tallas motivos vegetales a base de hojas, bulbos y volutas.

Lo singular de esta galería es el empleo de cariátides en los extremos de la misma para descarga de los arcos correspondientes. La del extremo oriental representa un monje sentado en actitud de leer un libro que mantiene en su regazo. Otra figura muy deteriorada, seguramente otro monje, también con hábito talar se sitúa a su lado. Ambas lucen en sus vestiduras afectados pliegues y caídas impropios de la escultura románica de la época y que recuerdan más a la Roma clásica. Sobre sus cabezas, formando un capitel, dos parejas de arpías que pudieran estar inspiradas en modelos del claustro de Silos. No obstante la capacidad de soporte de estas cariátides, entre ambas se ha dispuesto un fuste convencional de sustentación.

La cariátide del extremo occidental se encuentra tan destrozada que resulta absolutamente irreconocible.

En la cornisa, sobre la clave del arco de entrada, se ven dos modillones con formas humanas y, entre ambos, una piedra labrada con apariencia de haber sido reubicada extemporáneamente, que representa un jinete sobre su montura.
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