Zamora - Santiago del Burgo


Localización | La planta | La cabecera | Fachada sur | Fachada norte | Fachada oeste | El interior

La iglesia de Santiago del Burgo de Zamora debió ser construida a mediados del siglo XII sin que se conozca la fecha exacta en que tal cosa sucedió. Sí está documentada su existencia en un diploma de donación de 1181. Perteneció hasta mediados del siglo XX a la dignidad metropolitana de Santiago de Compostela.

Es un templo de tres naves que conservan en gran medida su hechura románica, si bien en 1819 se derrumbó el arco triunfal y con él la bóveda del ábside central y los primeros tramos de la nave mayor. Se reconstruyó al año siguiente por iniciativa del Arzobispo de Santiago de Compostela D. Rafael Muzquiz y Aldunate, según consta en una cartela que se encuentra en la sacristía. Las huellas de aquella actuación son bien apreciables en la fábrica de la zona afectada que no se rehizo en sillería.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=270.960; Y=4.598.470
Cartografía

La planta


En la adjunta figura se esquematiza la planta de la iglesia. La distribución de los espacios responde a la traza basilical de tres naves y cuatro tramos, sin transepto, cuya nave principal se prolonga en un ábside de planta rectangular, y las naves laterales se rematan con capillas absidales también de testero plano. Seis pilares centrados, en colaboración con los muros perimetrales, dan sustento a la cubierta abovedada de variada tipología según las zonas. El acceso se efectuaba por dos puertas enfrentadas abiertas en los muros norte y sur, más una tercera en la fachada occidental actualmente cegada.

La cabecera


Forman la cabecera tres ábsides de planta rectangular de los que el central es más elevado, más ancho y algo más saliente. Sigue el esquema de algunas otras iglesias de la capital zamorana, como la de San Cipriano, la de San Esteban o la de Santo Tomé entre otras. No tienen alero en los testeros cuyo liso y desnudo paramento sólo lo rompe una imposta que corre por la base de las ventanas. Son precisamente estas ventanas, una en la capilla central y dos por cada una de las laterales, las que prestan cierta animación a la cabecera.
La ventana del ábside mayor es de arco de medio punto de triple arquivolta y chambrana. En las jambas, a modo de pequeña portada, se acodillan sendos pares de columnillas encapiteladas. La chambrana está formada por una escocia invertida y las arquivoltas por boceles. La imposta es típicamente zamorana, de listel, nacela y bocel. Los capiteles adornan sus cestas con hojas carnosas. Esta ventana no cumple su misión de iluminar el ábside pues lo impide su retablo.
Las ventanas de las capillas laterales son más sencillas: arco de medio punto de dovelaje liso y sin chambrana y una sola columnilla a cada lado. Similar composición de los capiteles e idénticas impostas que en el caso de la ventana principal.

Fachada sur


La fachada meridional es la que se muestra en la imagen que encabeza esta página. En ella se aprecia el ábside lateral de esta orientación, en el extremo derecho, y los cuatro tramos en que se dividen las naves marcados por ostensibles contrafuertes. Tras el primer plano que ocupa la colateral sur emerge con bastante más altura la nave central en cuyo paramento se abre una ventana por tramo aprovechando ese acusado escalonamiento. Lo más destacable es su original portada.
Tres columnas acodilladas en cada una de las jambas soportan las arquivoltas baquetonadas de un arco ligeramente peraltado y ultrasemicircular. Contornea el conjunto una chambrana con perfil de nacela adornada por arquitos rebajados formados por aros (ver detalle). Los capiteles de las columnas poseen cestas vegetales con doble orden de hojas y volutas en los vértices (ver detalle). Sobre ellos corre una gruesa imposta formada por un filete, una escocia y un bocel. Un rasgo distintivo de esta portada es el tímpano liso y los dos arquillos que parecen descansar en el centro sobre un capitel colgante sin parteluz. Un extravagante alarde técnico similar a este se encuentra en San Miguel de Caltojar, en Soria, a cuyo tímpano se ha dedicado en esta web un pequeño estudio particularizado que incluye una referencia comparativa con el presente de Santiago del Burgo.
Sobre la portada se abre un rosetón de dimensiones más bien reducidas del que forman su tracería calada un ojo circular en el centro y otros seis hexagonales tangentes al primero. Todos ellos están contorneados por una escocia en la que se disponen alineadas una serie de yemas torsionadas.
En cada uno de los tres tramos, aparte del que alberga la portada que se ilumina a través del rosetón, se abre una ventana de estrecho hueco alojado bajo arco de medio punto de dovelas lisas y sin chambrana. En el caso del tramo más occidental, el arco descansa directamente sobre las jambas, mientras que los otros dos lo hacen sobre columnillas rematadas por capiteles de hojas y volutas. En todo caso, existe una imposta del tipo común aquí formada por un listel, una escocia o nacela y un bocel inferior.
Soportando una cornisa de baquetón, escocia y listel se encuentran los canecillos que alternadamente se configuran con un bocel central vertical resaltado o dos boceles laterales que definen un rehundido central.

Fachada norte


La fachada septentrional difiere muy poco de la opuesta por el sur. Como en ésta, los marcados contrafuertes delimitan los cuatro tramos de la nave en cuyos muros se abren ventanas de las mismas características, así como un rosetón idéntico al de la fachada contraria. Al primer tramo de este lado se encuentra adosado un cuerpo de edificación que sirve de sacristía. El segundo tramo está ocupado por una portada formalmente distinta de la equivalente en el muro opuesto.

Se caracteriza esta portada por su arco de medio punto de cuádruple arquivolta almohadillada que tiene afinidades con otras remotas iglesias de Jerusalén o Palermo y con la más próxima de Arroyo de la Encomienda en Valladolid. Está trasdosado el arco por una chambrana de triple moldura -listel, nacela y bocel- idéntica a la que hace las veces de imposta. Las dos arquivoltas centrales descansan sobre columnas acodilladas y las otras dos directamente sobre las jambas. Los capiteles se adornan con motivos vegetales muy simples.

Fachada oeste


La fachada occidental está dominada por la robusta torre de planta cuadrada que se levanta a la derecha de la portada ocupando una parte del cuarto tramo de la nave de ese lado. La estrechez de la calle a la que da frente impide tener una visión global de toda la fachada en una aceptable perspectiva. El hastial de esta fachada se encuentra horadado por un rosetón octopartito con arquillos sobre columnas que descansan en un núcleo central. Por debajo de este rosetón se abren dos ventanas de grandes arcos y hueco diminutamente desproporcionado. Son arcos baquetonados sobre columnas acodilladas de capiteles con ornamentación vegetal.
La portada occidental se encuentra actualmente cegada y en desuso. Consta de arco de medio punto de tres arquivoltas, las dos exteriores soportadas por columnas acodilladas y la interior cargando sobre las jambas. Se compone cada una de ellas de una sucesión de rollos macizos tangentes que forman el intradós y de otra de huecos también cilíndricos de menor profundidad en el extradós de la respectiva arquivolta. Tiene gran parecido este arco al de la Puerta del Obispo de la catedral zamorana. Todo el conjunto va envuelto por una chambrana de listel, media caña y bocel. Los capiteles, casi idénticos los cuatro entre sí y a los de la portada norte, muestran hojas acanaladas y volutas.

El interior


Como ya se ha visto en la planta, se distribuye el templo en tres naves y cuatro tramos. La nave central es más ancha y más elevada, tanto que permite su iluminación lateral a través de ventanas situadas en los muros por encima de las cumbreras de las naves menores.

El retablo de la capilla central oculta la ventana que se abre en el centro de su testero y que queda patente al exterior.

Los tramos tercero y cuarto de la nave principal, como se ve parcialmente en la imagen, se cubren con la original bóveda de cañón, no así los dos primeros tramos cuyas bóvedas se vinieron abajo en 1819 y fueron reemplazadas por las actuales de crucería. La disposición vertical comprende tres niveles delimitados por la imposta inferior que da continuidad a los cimacios de los capiteles de los arcos formeros, la segunda imposta que discurre a la altura de las claves de estos arcos bajo las ventanas, y la última que forma una alineación con los cimacios de los capiteles de los arcos fajones y que sirve de base a la bóveda.
Las naves laterales no poseen idénticas dimensiones, siendo un poco más estrecha la del costado norte (la que se muestra en la imagen). En todo caso, ambas se cubren con bóvedas de arista en sus cuatro tramos y de cañón apuntado en sus respectivos ábsides.
Son de interés los diversos capiteles que sirven de base tanto a los arcos fajones como a los formeros de las naves. La imagen adjunta corresponde a un capitel en el que dos leones, uno por cara, ocupan los laterales de la cesta, mientras en la cara frontal (verla aquí) se muestra un enigmático personaje blandiendo una especie de maza contra un ave a la que estrangula asiéndola fuertemente por el cuello con la otra mano y sujetando una de sus patas con el pie.
Otro ejemplo de capitel figurativo podría ser éste en el que dos parejas de aves afrontadas en los vértices giran sus largos cuellos hacia atrás y picotean un racimo que surge de dos grandes y esbeltas hojas abiertas.
Abundan también los capiteles que adornan sus cestas con motivos vegetales de lo más variado, con pencas y hojas de diversos tipos, con caulículos, tallos y volutas, con palmetas, helechos, etc.
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